Con el objeto de seguir proporcionando a los productores un instrumento eficaz y sostenible para la gestión de los eventos climáticos adversos en las explotaciones agrarias, Agroseguro ha seguido trabajando para fortalecer el sistema de seguros agrarios y para adaptar los seguros a la actual realidad climática. En las diferentes líneas de seguro se han realizado cambios en los productos, adaptándolos a la evolución del sector y, al mismo tiempo, buscando líneas de seguro técnicamente viables. Con este objetivo de preservar la eficacia y utilidad del sistema en beneficio de nuestros agricultores y ganaderos, en el ejercicio 2023 se han llevado a cabo varias modificaciones y mejoras. LEER MÁS 5 RESUMEN DEL INFORME DE GESTIÓN 5.2. Evolución y adaptación de los productos Evolución y adaptación de los productos Además de las adaptaciones específicas que, como cada año, se van introduciendo en las condiciones y en las tarifas de las distintas líneas de seguro, tanto agrícolas como ganaderas, cabe indicar que, con carácter general, la negativa evolución del seguro agrario en los últimos años, fruto del aumento en la frecuencia y la intensidad de los siniestros, está obligando a trabajar en adecuar las coberturas y las tarifas a la nueva realidad de los riesgos. Aunque, de forma continua a lo largo de los años, se van revisando las distintas líneas de seguro, no es sostenible afrontar esta evolución solamente con limitaciones de coberturas o incrementos de primas de forma indiscriminada ni indefinida. El cambio climático no es el único responsable, ya que se puede comprobar que determinados colectivos o ámbitos de las coberturas actuales, aunque minoritarios, están generando reiterados excesos de siniestralidad que repercuten en el conjunto del sistema. Es por ello que se debe avanzar en la segmentación para ajustar las condiciones de cobertura de manera cada vez más individualizada, tanto a nivel de asegurado como a nivel de parcela. En este sentido, en el ejercicio 2023 se ha trabajado en la individualización de coberturas en las líneas de frutales y cereza, una medida que incide en un porcentaje muy bajo de asegurados y permite no perjudicar a la mayor parte de los productores. Para ello, se han revisado los criterios para determinar los asegurados de reiterada y alta siniestralidad y se han ajustado las coberturas, según sus resultados, mediante franquicias, mínimos indemnizables, límites máximos de daño, garantizados y módulos asegurables. Además, durante el ejercicio 2023, se ha continuado modificando las tablas de bonificaciones y recargos con el objetivo de alinear el efecto de la tabla con la situación del seguro para que, en un escenario de creciente siniestralidad, no contribuya a incrementar el desequilibrio de los seguros, dar estabilidad a las medidas y utilizar el ratio técnico adecuado para medir el resultado de cada asegurado. Así se ha hecho este año en los seguros de cereza, hortalizas de primavera-verano, hortalizas de ciclos sucesivos, cultivos tropicales y subtropicales, hortalizas de otoño-invierno, olivar, uva de vino en península y Baleares, uva de vino en Canarias, ajo y caqui.